Túnez es uno de esos países que invita a ser descubierto en cualquier época del año. En los meses de invierno conserva temperaturas suaves, lo que le convierte en un destino estrella para hacer una escapada navideña.
Una de las opciones más atractivas y originales es pasar estas fechas del año en el desierto del Sahara tunecino. En la puerta del Grand Erg Oriental, la región noroeste del desierto comprendida entre Túnez y Argelia, se encuentra el Campement Zmela, situado al pie de una hilera de dunas ocres. Durante el día, su localización privilegiada permite explorar el desierto a pie, en quad, en camello o en dromedario; y al caer la noche, el cielo se tiñe con los magníficos colores del atardecer, para luego dejar paso a incontables estrellas perfectamente visibles gracias a la escasez de luz eléctrica.
Los viajeros, alojados en jaimas, vivirán una auténtica experiencia nómada, con todas las comodidades aseguradas por el personal del campamento. Disfrutarán de la cocina tradicional y podrán observar el peculiar preparado de su pan típico: para cocerlo, se entierra entre ascuas durante quince minutos.
Desde allí son accesibles algunas de las visitas más destacadas del país, como Matmata (a 100 km), Tataouine (a 40 km), o Douz (a 150 km por carretera y a 100 km atravesando el desierto en 4×4). Para pasar una Nochebuena o Nochevieja mágica y diferente, el desierto se transforma en un escenario único, ideal para aquellos que buscan silencio y desconexión entre los arenales.
Otra propuesta tunecina para estos días festivos es el Festival Internacional del Sahara en Douz (Kebili). Durante todo el mes de diciembre se celebra la 49ª edición de este evento, que permite conocer a fondo la cultura de Túnez. Reconocido como uno de los festivales más importantes para la comunidad del desierto, congrega a beduinos, tribus nómadas y curiosos con un despliegue de todas sus tradiciones y cultura.
Allí tendrán lugar impresionantes espectáculos como las carreras de camellos, las carreras de meharis (soldados beduinos) o el galope artístico de caballos árabes. También se dan cita los intelectuales del momento, participando en reuniones y conferencias para hablar de poesía y literatura. Asimismo, se podrá disfrutar de diferentes exposiciones, representaciones de bailes y músicas tradicionales y de bodas tradicionales beduinas.
La gran riqueza cultural y paisajística de Túnez permite vivir la Navidad y el Fin de Año de una manera irrepetible. Con una rica oferta de experiencias únicas, durante estas fechas descubrir el país se convierte en un viaje inolvidable, conociendo de primera mano las desconocidas tradiciones ancestrales del desierto.
Para celebrar Año Nuevo, Túnez capital y sus alrededores, especialmente La Marsa y Gammarth, son algunos de los mejores destinos, ya que en ellos abundan los restaurantes y hoteles más vanguardistas con fiestas de Nochevieja, cenas de gala y festejos por el cambio de año. Destacan famosas discotecas como Le Billionaire y restaurantes de alta gama, como Le Golf, ambos en Gammarth, que congregan a tunecinos y turistas para pasar una velada exclusiva y entrar con buen pie en el 2017.
